El Perro y el Hueso




Había una vez un perro merodear cerca de la puerta trasera de una tocinería, esperando que alguien le echara hueso. Siempre que el tocinero se le acercaba, el perro lo miraba ojos lastimeros y gemía un poco para que se apiadara de él y le diese algo, pero el hombre siempre exclamaba:-¡No tengo nada para los mendigos! ¡Fuera de aquí!

Pero el tocinero tomó un muchacho a su servicio para que le ayudara en la tienda. Era bondadoso, y a veces, cuando el dueño no podía verlo, echaba trocitos de cerdo al perro.

Él se los tragaba en seguida, para no atraer a ningún otro perro.-Come, monín come- le decía, enternecido, el muchacho. Pronto otros perros comenzaron a visitar la parte trasera de la tocinería. El muchacho les daba lo que podía, pero siempre guardaba los mejores trozos para su preferido.

Un día, el pequeño ayudante del tocinero pudo disponer de un gran hueso de jamón. Tan pronto como vio al perro, se lo puso en la boca diciéndole:-Toma, para ti, monín. Que nadie te lo quite. Los demás perros se pusieron a gruñir, deseando participar en el banquete. Por eso el afortunado can se alejó corriendo y no se detuvo hasta llegar a las afuera de la ciudad. Allí podría comerse el hueso con tranquilidad.

Casualmente, se detuvo a la orilla de un río. Quiso ver si era un buen sitio para beber y se inclinó hacia el agua.

Lo que vio lo dejó rígido de sorpresa. Allí, en el agua, había otro perro, con un hueso en la boca que parecía a un más grande que el suyo. << ¡Ese maldito muchacho debe haber encontrado otro favorito y le ha dado lo mejor que tenía!>>, se dijo. Con un gruñido de enfado, el perro abrió la boca y dejó caer su hueso para tomar el otro con los dientes.

Pero el agua se agitó el hueso se perdió de vista.

Demasiado tarde, el perro se dio cuenta de su error.

No había visto otra cosa que su propio reflejo en el agua.

Había dejado caer su precioso hueso en la corriente y se había quedado sin nada. Desesperado, el can volvió a la ciudad.- ¡Hola, monín!- le dijo el muchacho al verlo -
 ¿Cómo has vuelto tan pronto? No tengo más huesos. Lo siento. Sólo me queda este trocito de grasa de cerdo.

El perro meneó la cola como señal de agradecimiento.

A partir de entonces, decidió contentarse con lo que le dieran y no desear lo de los demás.

Prologo:



Esto tendría que dar ejemplo a esos individuos que sabemos quienes son, que no cojan tanto de lo que no es suyo, enriqueciéndose a costa de los demás, y empobreciendo más a la población gracias gobiernos de España, por ayudar tanto a los bancos, y gracias banqueros por perdonar las deudas de los políticos, esto es la << Marca España >>. La que roba al pueblo, pero no toca a los ricos, ni a los políticos, que las deudas las paguen los de siempre los tontos, que nos votan por que les gusta que les manipulen, les desahucien y los maten de hambre...


Señor Margallo, en vez de viajar tanto, y preocuparse tanto de los otros países de la comunidad Europea, mire más por el suyo propio.


Mire o entérese que hace la << TVE >> si la << TVE >> la estatal y no la << TV13 >>, que si el país fuera dirigido por los tertulianos que salen en esa TV, estaríamos todos emigrando a otros países por vergüenza y pena mire el programa << Entre Todos >> y hay si que esta la verdadera << Marca España >>, no la que usted va pregonando por hay, vergüenza les tendría quedar a usted y a sus compañeros; que sea siempre el pueblo el que se solariza con los suyos, mientras ustedes lo destrozan todo pero es verdad eso que se dice que si tuvieran vergüenza no serian ni políticos ni obispos.






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